domingo, 26 de diciembre de 2010
sábado, 18 de diciembre de 2010
Mal genio, tal vez un poco de bipolaridad, inseguridad, miedo, angustia, confusion, sufro todas estas delicias. Para encerrarme, no?
Hoy me decidi por fin a ordenar mis ideas despues de meses cuestionandolas y dandoles forma;
¿Como definir a alguien como yo?, no debe ser facil a menos que se cuente con el Manual diagnostico y estadistico de psicologia.
A veces ni yo misma me entiendo, asi que imagino lo dificil que debe ser para ti intentarlo. No es que me subestime a mi misma, pero ¿como puedes hacerlo? Te admiro de verdad, siempre la que se pone triste, mal, enojada o punky soy yo, ¿como puedes tolerarme?
Esta maldicion que cargo de llorar por cosas que no lo valen, ese llanto que te hace sentir tan culpable, ¿como me toleras?
Tantas veces he temido ese momento, cuando te des cuenta de que no tienes porque seguir tolerandome y decidas reemplazarme por alguien mejor, alguien normal.
No te culparia, sabes? Digo, me doleria en el alma, pero si ya no fueras feliz conmigo no podria reprochartelo, eso seria sumamente egoista.
Tu has hecho que cambie, digo, han sido cosas simples, las cuales ya conoces, pero creo yo, que la mas importante (al menos para mi) fue defenderte de ese modo, fue aceptar lo que ello conllevaba y seguir con valor enfrentando las consecuencias de ese pequeño pero significativo acto.
No podia hacer menos, te lo debo, porque tu has hecho tanto conmigo, te has tomado la paciencia de lidiar con mis histericos ataques bipolares, mis descontrolados y aparentemente injustificados llantos, mis confusiones, mis agresiones, todo.
Como dije, temo que ese momento cada vez este mas cerca, han sido varias veces que lo dejas escapar...
domingo, 7 de noviembre de 2010
Al fin juntos...

El viernes pasado tuve la oportunidad de volver a poner los pies en uno de mis lugares favoritos de mi ciudad, el viejísimo y famoso panteón de Belén, el cual mantuvo cerradas sus puertas al público aproximadamente tres años por restauraciones.
Anteriormente por una cantidad que no superaba los diez pesos (y los quince si llevabas equipofotográfico) podías ingresar y curiosear por los pasillos y tumbas hasta que se formaba un grupo considerable para que un guía te contara todas las leyendas del lugar mientras te mostraba las tumbas. Aquello era bueno…y malo, porque desafortunadamente muchos no aprecian y valoran la historia de este lugar al subirse o maltratar las tumbas.
Así que después de las restauraciones obviamente hubo cambios: ahora los recorridos con guías tienen horarios definidos y únicamente puedes caminar por los pasillos de gavetarios, el pasilloque lleva al mausoleo central y el que te lleva por el otro extremo; no puedes ya ir por tu cuenta a observar las tumbas, ya no te lo permiten si no es con un guía y el grupo.
Aquello no me gusto, aunque cada que iba a ese lugar salía jurando no volver siempre lo hacía, y una de las cosas que más me gustaban era después del recorrido ir y observar largo rato las tumbas, recordar en mi mente la leyenda de cada una y quedarme escuchando el canto de las aves que es lo único que se escucha en ese sitio.
Volviendo al viernes, nos toco entrar con un grupo de adolescentes preparatorianos y escandalosos, pero por suerte nos toco un buen guía. Él nos conto las leyendas que yo sé de memoria, las más comunes, las más famosas. Además de un poco de historia general del panteón de Santa Paula, que es su verdadero nombre y unas cuantas curiosidades.
Iniciamos con la leyenda de los Jean y Joseph Johnston, la pareja de escoceses que ayudaban a la gente que tenía menos recursos; después llegamos a la tumba de José Castro con su hermoso epitafio y después la tumba del famoso pirata.
Después ingresamos al mausoleo central observamos lo realmente alta que es la torre de este.
La siguiente tumba que vimos fue la del vampiro, vimos no es la palabra correcta, ya que dicha tumba es imposible de ver ya que está cubierta por el enorme árbol que forma parte de la leyenda. Otra que “vimos” fue la de la famosa leyenda “Volver a morir” de Victoriana Hurtado, quien sufría catalepsia y por la ambición de sus hijos fue enterrada viva. La siguiente fue la de Nachito, el pequeño que teme a la oscuridad y por eso su ataúd esta por fuera y custodiado por cuatro antorchas.
Finalizamos con la leyenda de un descendiente de las brujas de Salem.
Yo, fiel a mi costumbre, quería regresar y observar las tumbas pero al parecer no se podía, así que aproveche que Andrés fue al baño para recordar las leyendas que no nos habían contado (la del famoso señor cuya tumba solo tiene su fotografía y a asustado a mas de dos que lo han visto por las noches, la del joven apostador, la del chico que se colgó de un árbol, la del estudiante de medicina que se volvió loco por una apuesta, la del los ataúdes repletos de oro que nadie sabe con exactitud en qué tumba se encuentran y algunas mas) para acercarme a una de las tumbas y observarla, aunque claro, no paso ni un minuto cuando la encargada me dijo que ya no podía regresar yo sola.
-Si, bueno, es que tengo una duda. ¿Dónde está la tumba de los Castaños?
-¿Por qué no nos contaron la historia del joven apostador?- le pregunto una mujer que también estuvo en el mismo recorrido y que al igual que yo quería explorar mas el lugar.
-Depende mucho del guía- le respondió la encargada-. La tumba de los Castaños esta de aquel lado, cerca de la del vampiro, pero esa leyenda ya no se nos permite contarla. Ni tampoco la del joven apostador.
-¿Por qué?- preguntamos a la vez la mujer y yo.
-Porque este era un panteón católico y no se permitía entierro a las personas que se suicidaban y tanto el apostador como los Castaños se suicidaron.
Hum….malo, malo; esa leyenda era una de las razones por las que yo quería volver a visitar el panteón. Esa se convirtió en mi favorita desde la primera vez que me la contaron, cuando mi maestra de historia nos llevo de visita.
Así que no me quedo con las ganas; acá esta la (para mí) más linda, trágica y romántica leyenda del panteón de Belén, la llamada “ Al fin juntos…”:
José María Castaños estaba muy enamorado de Andrea que hasta ya tenían planeación de matrimonio, siempre acostumbraban a caminar desde la alameda hasta la plaza de armas. Al parecer todo iba perfecto, se veía que no había problemas en su relación, pero la realidad era otra, la distinción de clases, la familia de José era de muy buena posición económica, y la de Andrea Retés era humilde, y no conforme con eso la madre de José, se oponía a la relación, hacía lo imposible por separarlos, atreviéndose inclusive a sobornar a los padres de Andrea para que ellos la convencieran de que dejara a José, tanta fue la cizaña que las dos familias no podían ni verse.
La relación amorosa de la pareja iba en crisis, eran muy pocas la oportunidades de verse, un día se vieron en la alameda, entre lagrimas y sollozos, decidieron tomar la puerta falsa, sacando por conclusión que solo así podían estar juntos en el más allá, siendo que en la tierra nunca lo iban a lograr. Antes de que el sol se ocultara en el horizonte, encontraron los dos cuerpos ya inertes, tirados en el jardín de Aránzazu.
Como la familia de José tenía propiedad en el panteón de belén, ahí fueron sepultados. Mandaron labrar dos cruces entrelazadas encima de su tumba, como símbolo de esa unión inconclusa; así como una mayor para pedir perdón por el suicidio que los enamorados habían cometido. Sin embargo, a la madre de José no la dejaba el remordimiento tranquila, por que se reconocía como principal culpable de la muerte de la pareja, ni los rezos, ni las lagrimas, ni los gritos de dolor, no le servían para poder desahogar esa pena tan grande, muy guardada en su corazón. Decidida tiempo después fue a llevar un lazo nupcial hecho con flores naturales entrelazadas, con la esperanza de que al dar su ofrenda fuera perdonada del mal que había hecho; muy temprano llegó al cementerio y colocó ese vistoso lazo entre las cruces que estaban sobre la tumba, momento en que los pájaros e insectos dejaron de hacer ruido, y en ese pequeño lapso de sepulcral silencio, las flores se convirtieron en piedra ella comprendió al instante que había sido perdonada por la pareja; pero quizá no perdonada por Dios.
lunes, 25 de octubre de 2010
martes, 19 de octubre de 2010
El amor de tu vida

Si te hace falta como el agua, si es tu mayor necesidad. Si por su amor eres feliz, y el mundo es gris cuando no está. Si no concibes vivir sin verlo, Sin dudar es el hombre que tu soñabas. Si te quiere Y es el amor de tu vida, Entrégale todo, ámalo sin medida. Demuéstrale a diario Que es el tu príncipe, Tu consentido. Que conocerlo fue un milagro, Un regalo que te dio la vida. Si para ti no hay otro, Debes cuidarlo Evitar hacerle daño. Si te comprende y es tu guarida, Hazlo tu amigo mas que nada Y será tuyo hasta la muerte, Ya verás que no se va y no traiciona. Si te quiere Y es el amor de tu vida, Entrégale todo y ámalo sin medida.
I like who I am

I like who I am
Mas sin embargo quiero ser perfecta, pero soy yo; mis imperfecciones son lo que son. Trato de quedarme en el molde que me hicieron pero estoy cansada de jugar esa pequeña farsa.
Quiero ser perfecta como tu.
No es fácil siempre secarme los ojos, reirme de mi caída y confundida levantarme y seguir.
No es tanto el rollo de ser perfecta; eso es algo inexsitente; no existe la mujer perfecta, lo sabemos todas y lamento decepcionarlos chicos pero es asi; la cosa es que a veces la gente espera de una cosas, que te atrevas a hacerlas porque en el fondo anhelas con el alma y los intestinos hacerlo de una buena vez. Estas personas te lo dicen por tu bien, porque desean ayudarte, y sobre todo, lograr que yo misma me autouaxilie.
Pero a veces hay cosas que me dominan y en ocasiones me impiden salir de la burbuja y que me valga gorro el mundo, porque tengo tantos habitos, tantas manias y tantas ideas propias que me hacen totalmente opuesta y distinta a lo que muchos quieren o esperan.
No necesito mencionar que yo encajo perfecto en esto; de repente me descontrolo emocionalmente, se me llena la cabeza con panicos inexistentes, empiezo a somatizar, soy malísima contando chistes, y peor aun para recordar a la gente por su rostro, acabo con mis dedos cuando estoy nerviosa, ansiosa o hasta gustosa, me pongo como leona cuando molestan a mi príncipe o a alguien que quiero, me bloqueo en los exámenes y me paso el tiempo implorándole a la hoja que se responda solita, me frustra no poder cantar frente a mi príncipe aun cuando es lo que mas deseo, me revienta que no le halle yo ese gusto a la música que a èl le encanta, también me molesta llorar por todo y que esa sea mi razón para no haber elegido ir a la facultad de derecho (imaginame llorando porque no puedo defender al cliente jeje), soy tremendamente desordenada y me cuesta el alma levantarme temprano, me encantan las vacas pero mi vocación son los gatos, amo Mustangs, odio lavar los platos, adoro el chocolate y como sin medir calorías, soy una penosa de lo peor y la cajeteo a cada rato.
Todo eso soy yo, un coctel de imperfecciones, todas o casi con remedio, pero hay algunas que crecieron conmigo y que como vil garrapata no ceden a abandonarme tan fácilmente.
No me digas que no lucho contra ellas, si es lo que mas hago, tampoco me digas que no me esfuerzo dia a dia, no me digas eso por favor, no me dejes retroceder lo poco del camino andado al hacerlo. Solo quedate a mi lado, ayudame a ser mejor a mi manera, paso a paso, no puedo correr si aun me tropiezo al caminar.
No ha habido mejor motivante para mi que tù, hoy soy y hago cosas que juraba jamás haría. Querias ejemplos, bien; jamás había defendido tan fervientemente a alguien, jamás había echado tanta mirada asesina a alguien que se meta con quien mas amo, jamás me había puesto un bikini jeje, y demás cosas que no puedo mencionar aquí.
El punto aquí es que yo sè que no me pides que sea perfecta, me pides que sea feliz; lo soy, gracias a ti, tu me has hecho la mujer mas feliz del universo.
Y si, tienes razón, no me gusta sentirme depre de repente pero a quien no le pasa de vez en cuando?
Claro que quiero mejorar, pero también es cierto que aunque sea un poco, quiero estas cosas llamadas imperfecciones que van conmigo, porque me hacen ser lo que soy; tu mujer perfecta.
Quiero ser mejor, sè bien que hay cosas en mi que de repente desesperan, incluso a mi, por eso quiero hacerlo, por ti, por mi, para un dia poder mirar atrás, sonreir y decir:
“Yo era asi, pero ya no mas”.
jueves, 14 de octubre de 2010
Mas real que nunca
viernes, 6 de agosto de 2010
Casa
Cabaña 66, no estaba dotada de una magnifica vista como la 70 pero aun así tenia su encanto, estaba un poco mas separada debido al camino por donde circulaban los autos.
Mientras él revisaba que todo estuviera en orden y aprendió a cerrar la puerta con la rustica llave, yo me dedique a explorar la cabaña. Era pequeña y perfecta; una sala pequeña frente a la chimenea, la barra de la cocina con cuatro bancos altos, una estufa y un pequeño refrigerador, el baño era amplio y la habitación perfecta. Una cama abarcaba gran parte de ella, tenia un closet pequeño y un espejo. Cuando nos quedamos solos volví a sentir que estaba soñando.
Después nos dimos un baño, nos cambiamos y fuimos por algo para cenar al kiosco del hotel, emprendiendo de nuevo el camino empedrado al que ya empezaba a adaptarme. Las luces de las cabañas ocupadas empezaban a encenderse y algunos grupos se reunieron en la zona de fogatas para pasar el rato.
Cenamos ahí, en una mesa pequeña rodeada de plantas, flores, escalones de piedra y cabañas hermosas. Rodeada de vida.
Mientras íbamos de regreso a la cabaña yo aun no lo podía creer, incluso le pedí que me pellizcara, todo aquello era demasiado bueno para ser realmente cierto, pero así era.
Una vez de vuelta en nuestra cabaña, él encendió la chimenea y nos quedamos en la sala viendo una película junto a la chimenea. Afuera ya estaba oscuro, solo se oía ocasionalmente a algunas personas que pasaban por ahí en el camino a sus cabañas.
El calor del fuego me provocó un poco de somnolencia, aun seguía con un poco de incredulidad pero me sentía segura, sabia que nadie nos molestaría ó interrumpiría, no habría llamadas de nuestros padres, no había horarios, ni prisas. Éramos solo él y yo. Juntos y solos por tres días.
En eso pensaba cuando note que ya no prestaba atención a la película, así que mejor nos fuimos a la habitación. Aquello era aun mejor que mi fantasía; oscuridad, clima un poco frio, una cabaña con chimenea, un bosque cerca de nosotros, nadie más excepto él y yo.
Como dije, no teníamos mucha conciencia con los horarios ya que los celulares eran dejados en cualquier lugar de la cabaña. No sé bien a que hora nos dormimos, no me interesaba saberlo.
La parte mas anhelada de este viaje estaba a punto de ocurrir; si, es cierto que estábamos ansiosos también porque este viaje seria solo de nosotros, para levantarnos y dormir a la hora que se nos antojara, para comer lo que quisiéramos.
También lo esperábamos con ansias por la libertad que experimentamos, porque pudimos desconectarnos de todo (bueno casi), pero una de las razones más importantes es lo que había
descrito con anterioridad:
“Un par de días enteros junto a él en Mazamitla, en una cabaña como siempre lo he soñado, sin preocupaciones de que lleguen mis padres, de que él tenga que irse, sin nada de eso; podría dormir profundamente en sus brazos, sin duda alguna.”
Dormiríamos juntos, y no serian solo unos segundos o unas pocas horas; no, serian dos noches.
Estuvimos platicando un poco hasta que nos llegara el sueño y poco antes de que eso ocurriera él me canto mi canción favorita, la primera que me canto.
Estaba, sin duda alguna, en mi lugar feliz, mi universo perfecto. Debido a mi inquietud nocturna no pude dormir toda la noche abrazada a él pero no me importo, lo podía sentir, podía oír su
respiración, podía darme cuenta de cómo sus brazos me buscaban y… podía escuchar un poco de lo que él soñaba.
Aun estaba oscuro cuando abrí los ojos y lo primero que distinguí fue a él, y me asuste un poco pues aun estaba zombi. Después concilie un sueño bastante ligero, así que podía oír unas cuantas palabras arrastradas que salían de su boca, me acerque a él y vi que sonreía y en más de una ocasión dijo mi nombre acompañado de un “te amo”. En ese momento me sentí mucho mas apegada a él, lo abrace con cuidado de no despertarlo y le di un beso en la frente. Pero evidentemente su sueño era igual de ligero que el mío porque abrió sus ojos, me sonrió y me abrazo también.
De nuevo no supe a que hora me quede dormida, creo recordar que me levante un par de veces al baño bastante zombi. Solo recuerdo haber abierto los ojos y escuchar ese “buenos días amor” que tanto había soñado.
El sábado empezaba apenas, excelente, todo un día con él, wiiii! La noche anterior habíamos pedido que nos llevaran el desayuno a las 11 de la mañana, el cual no llegó. Tuvimos que ir al kiosco a recordarles el pedido.
Una vez que desayunamos salimos de la cabaña para ir a montar a caballo, algo común para los visitantes de Mazamitla. Aquella idea me gustaba, hasta que vi el caballo, hasta que estuve montada en él. Era bastante dócil pero yo realmente no quería hacer ese viaje, pero ya habíamos iniciado el camino así que me adapte lo mejor posible.
A él no le toco un yegua tan dócil como mi caballo, así que él hizo el recorrido como su yegua quiso. Al principio me enoje cuando ya no lo veía delante de mi, solo podía escucharlo a lo lejos. Y después me asuste…me asuste mucho cuando vi lo horrible del camino, cuando note el cansancio del caballo y cuando vi que estaba sola.
Cuando llegue a la cascada echaba fuego por los ojos, estaba aun asustada y molesta por el calor, además me dolían las piernas y estaba segura de que me saldrían moretes por la silla de montar.

A él le gusto la cascada, era bonita no lo niego, y especial pero yo con el genio que había adquirido en el viaje hasta ella no la encontré por demás excepcional.
Y con toda la resignación posible volví a montar el caballo lista para regresar al punto de partida. Al cual no llegamos a caballo, ya que él prefirió bajarse de esa yegua que no lo obedecía y yo hice lo mismo por mi propia comodidad.
¿Mala idea? Jajajaja, tal vez pero sin duda fue toda una experiencia, por lo menos no nos quedamos con las ganas. De regreso en nuestra cabaña nos bañamos y nos arreglamos para ir a cenar al pueblo, pedimos un taxi pero el cansancio me quería vencer y yo no oponía mucha resistencia; el paseo a caballo me había dejado exhausta, el genio ya se me había pasado pero el cansancio no pues a él le costo algo de trabajo lograr que saliera de la cama.
En el pueblo, cerca de la plaza encontramos un restaurante donde cenar, un muy buen lugar.
Durante la cena estuvo contándome como se habían conocido sus padres y sus abuelos. Después fuimos a dar una pequeña vuelta a la plaza y a buscar un taxi que nos regresara a casa.
Si, no fue un error, no confundí cabaña con casa. Esa cabaña ahora era mi casa, mía y de él. Por lo menos era el lugar donde me sentía feliz, más feliz de lo que había sido en 21 años de vida.
Esa noche la chimenea prendió un poco mas ya que pedimos una carga extra de leña, además nos quedamos frente a ella viendo un capitulo de House y asándonos.
Volvimos a dormirnos, de nuevo me levante al baño varias veces y hasta recibí un codazo de parte suya; pero sin duda estábamos felices de estar en la misma cama pero yo seguía siendo yo después de todo, y los traumas se trasladan con el viajante. Me desperté de golpe, asustada a más no poder por esa pesadilla que había sido tan real.
Lo desperté y él trato de calmarme, en cuanto lo vi me abrace a él con fuerza; estaba bien, solo había sido un sueño. Una pesadilla quizá provocada por las actividades del día anterior. Lo deje en la cama, me vestí y salí a sentarme en la pequeña banca que estaba fuera de la cabaña. Hacia bastante frio pero eso me ayudo a calmarme. Volví adentro y me quede un rato en la sala mientras pensaba que ese era nuestro último día en casa. Pronto deberíamos empezar a guardar nuestras cosas en las respectivas maletas; las visiones de nuestra ropa junta en el closet, nuestros zapatos y un poco de ropa regados por distintas partes de la sala, las toallas del baño y nuestros cepillos de dientes juntos serian solo recuerdos. No, no quería pensar en eso, sabia que ocurriría pero no quería darme cuenta, no me interesaba darme cuenta.
Volví al cuarto y lo que vi hizo brotar de nuevo y con mayor fuerza ese sentimiento de apego; Andrés se había quedado en la cama “ahorita te alcanzo” me había dicho cuando salí de la cabaña para calmarme, yo sabia que eso era muy improbable así que no me moleste. En ese momento me alegre de que no me hubiera seguido, me alegre de que él se hubiera quedado ahí en la cama. Estaba tapado de la cintura hacia abajo, tenía una mano sobre su pecho y la otra cerca de su cabeza. Su expresión era pacifica, sumamente tranquilizadora.
El baño de ese día fue divertido, sobre todo con el empujón que me estrello contra la jabonera jajajaja.
Pero en resto del día no fue precisamente feliz. Después del baño todo aquello que se había borrado volvió a aparecer; celular encendido y horarios. A las 3 en punto terminaban nuestra estancia en la cabaña. Ahora no quedaba más que vestirnos y recoger nuestras cosas.
Si, fue difícil, al menos para mi, era como si ese “nosotros” ahora se viera obligado a convertirse en un “tu” y un “yo”, después de tres días de ser uno mismo.
No quería irme, volvió esa sensación de estar soñando y conociéndome, los sueños se olvidan. “No, no quiero olvidar esto jamás”, le pedí que sacara sus dotes de fotógrafo profesional por toda la cabaña. Y él me hizo caso, sin exagerar, cuando digo todo, es todo.
Estar afuera de casa, con nuestras maletas al lado mientras esperábamos que el chico de naranja saliera de ella y confirmara que todo estaba en orden fue muy difícil. Todos y cada uno de los
minutos que pasamos ahí dentro se congregaban en mi cabeza, llenándola de recuerdos y exigiendo quedarse. “Lo sé, tampoco quiero irme de casa.-le dije a esa vocecita en mi cabeza-volveremos algún día”.
Él fue a recepción a recoger el dinero de nuestro pasaje de regreso y comimos en el kiosco antes de partir, una camioneta nos recogería ahí y nos llevaría hasta la central de autobuses. Al terminar de comer, Andrés siguió tomando fotos y yo seguí intentando escanear todo lo que veía y sentía. Había sido sin duda el mejor fin de semana de mi vida y ahora llegaba a su fin. La camioneta llego y nos despedimos con un gesto de la mano de las personas que atendían el kiosco. Salimos del hotel y pronto llegamos a la central, compramos los boletos y poco después subimos al autobús.
- Siempre supimos que esto iba a pasar- me dijo. Yo lo mire, asentí y no dije nada, podía ver en sus ojos que él se sentía igual que yo. “Si, lo sabíamos. Pero eso no lo hace más llevadero ni aceptable”. Pensé cuando el autobús salió del pueblo y tomó la carretera que nos regresaría a la realidad.
miércoles, 4 de agosto de 2010
¿Por que eres asi?

jueves, 22 de julio de 2010
Coincidir
Soy vecino de este mundo por un rato
Y hoy coindice que también tú estas aquí
Coincidencias tan extrañas de la vida
Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio… y coincidir
Si navego con la mente los espacios
O si quiero a mis ancestros retornar
Agobiado me detengo y no imagino
Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio… y coincidir
Si en la noche me entretengo en las estrellas
Y capturo la que empieza a florecer
La sostengo entre las manos más me alarma
Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio… y coincidir
Si la vida se sostiene por instantes
Y un instante es el momentos de existir
Si tu vida es otro instante.. no comprendo
Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio… y coincidir...
miércoles, 21 de julio de 2010


viernes, 16 de julio de 2010
Almas gemelas
Dios creó un TODO y lo llenó de vida; luego lo dividió en dos y cada una de esas dos partes reencarnó en dos seres diferentes. Deberían evolucionar cada una a través de vidas separadas. Así nacieron las almas gemelas, ese es el concepto de su existencia y la razón del por qué están separadas.
Sin embargo, aunque nacemos en cuerpos diferentes, la unión de esas almas no termina jamás y a través de muchas reencarnaciones estaremos juntos, cada una en un escenario diferente, viviendo vidas paralelas, con las mismas experiencias, pero no nos reconocemos desde el primer instante porque falta evolución y por eso necesitamos de otras relaciones. Pero el reencuentro al final, es inevitable.
Las almas gemelas tienen los mismos intereses, su atracción no es sólo física o sexual y la ternura ocupa sus instantes y sus miradas. Ese amor trasciende la edad, la materia, la raza, el credo, las distancias. Al verse, sienten una infinita necesidad de abrazarse y besarse y expandir las energías de sus corazones. Ambas desean crecer espiritual e intelectualmente, se incentivan mutuamente por ese crecimiento personal, no existe entre ellas el egoísmo ni la individualidad y tienen el deseo, aunque inconsciente, de llevar a cabo su misión juntos.
Se complementan en todos los sentidos... ¡casi piensan lo mismo! Se aceptan, se respetan, hacen planes para el futuro, se quieren como son. Si se pelean parecen marchitarse y buscarán rápidamente aclarar sus malentendidos, con humildad y generosidad el uno por el otro. Y su amor crecerá cada día más y más. Se dan cuenta que aunque separadas han estado buscándose siempre, ahora comprenden el por qué de la espera, por qué la alegría de vivir y por qué los corazones no se cerraron a la llegada del amor, nunca. Sus experiencias pasadas fueron la preparación para el reencuentro.
Las almas gemelas se atraen más fácilmente cuando los dos tienen buen humor, son activos, vivaces, conversan largamente, la música los transporta a su lugar original. Buscan el éxtasis y lo disfrutan. Hacer el amor es una experiencia que cobra un inusitado significado y en un indescriptible instante de esa unión, logran reconocer a través de sus ojos, el alma que estaban buscando y entonces... ¡sabrás que esa es tu otra mitad!
Si estás esperando el amor verdadero debes activar ese reencuentro, manteniendo la fe en su llegada, tomando cada experiencia como un paso adelante, orando, llamándolo y bendiciendo a ese ser que aún no conoces pero esperas, él también estará esperando por ti. Cuando la soledad duele más, aparece al fin. Pueden pasar años, pero en el fondo de tu corazón, sabrás siempre que existe y cuando llega, el Planeta entero se confabula a favor de ese encuentro y comienzan a desencadenarse toda suerte de acontecimientos para que finalmente estén juntos.
Si aún no has encontrado tu alma gemela, no te afanes, aún no es hora, aguarda con fe. Y esperar con fe, es tener la absoluta certeza de que sucederá y que esta vez será para siempre... ¡será un amor eterno!
Amor y honor, si..¿obediencia? Nunca


Desde que pase la raya de la pubertad tuve clara una cosa: no me casaria, no. No estaba en mis planes, los matrimonios a mi alrededor me daba argumentos para no creer en el él
jueves, 15 de julio de 2010
¿Porque Edward Cullen es el novio perfecto?

